1 Pollo
cortado a octavos
1 ½ kg.
de naranjas (depende del zumo que tengan)
2
cebollas grandes
2
dientes de ajo
Sal
Tomillo
Aceite.
La
noche anterior a su preparación, poner el pollo en un cuenco grande y cubrirlo
bien con el zumo de naranja. Cuantas más horas esté en maceración mejor. Al día
siguiente, escurrir el pollo, salarlo y comenzar a freírlo en una sartén antiadherente
Tal y como se vaya dorando, colocarlo en una cazuela. En el mismo aceite, dorar
las cebollas cortadas en juliana, antes de finalizar añadir los ajos
cortaditos. Escurrir el aceite y echar la cebolla y el ajo sobre el pollo y
añadirle el zumo de las naranjas con las que lo habíamos macerado, añadir un
poco de tomillo, semi-tapar la cazuela y dejar cocer a fuego medio-lento hasta
que la salsa haya reducido y el pollo esté tierno (una media hora o menos). Antes de finalizar, salar un poco la salsa, no mucho pues perdería parte de la gracia que le da la naranja. No debemos darle muchas vueltas, solo moverlo un poco
de vez en cuando, ya que sino se nos va a deshacer. Cuando esté listo, podéis sacar el pollo y pasar la salsa por la batidora, para que quede más fina, así
tiene mejor presentación y si hay niños no se quejarán de encontrar trozos de cebolla y se chuparán los
dedos, garantizado.
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